05 noviembre 2011

Ian Somerhalder, EXCLUSIVA EMPOWERESQUE ECORAZZI







El sábado por la noche, la Ian Somerhalder Foundation empezó el fin de semana de Halloween con su primer evento caritativo: Empoweresque, una fiesta de disfraces para recaudar fondos, diseñada para otorgar poder a mujeres y jóvenes. El evento tuvo lugar en Atlanta, y yo tuve el privilegio de asistir. Ian iba disfrazado de Damon Salvatore vestido de Capitán Planeta (¡Damon tuvo una pelea con el Capitán Planeta [de ahí la marca azul con forma de puño] y le robó el traje!) y, amablemente, se tomó unos minutos para hablar conmigo sobre su fundación y los esfuerzos de conservación.

¿Desde hace cuánto estás involucrado con la conservación y por qué?Sinceramente, desde que recuerdo, la verdad.

¿Cuál es tu inspiración para hacer lo que haces?Crecí en la Costa del Golfo, y la familia de mi padre son cajunes franceses del pantano, y la familia de mi madre son granjeros medio irlandeses medio indios Choctaw. Así que, por ambas partes, era un estilo de vida agrario. La Costa del Golfo es un ecosistema increíblemente delicado, así que mi padre se aseguró de que lo entendiese. Nunca ensuciabas,  siempre apagabas las luces.

Una cosa que me marcó bastante fue cuando grababa 
Lost y vivía en Hawaii. Siempre iba de camping y hacía excursiones cuando vivía en L.A. así que alquilé un Range Rover. Y yo pensaba, dios, tío, quiero un Prius, pero no puedo hacer nada. Es decir, necesito poder ir por el desierto y por las montañas. Pero conduzco un coche que recorre 16 millas por galón Era vergonzoso. Cuando conduces por Los Angeles, literalmente puedes ver cómo baja el indicador de la gasolina. Recuerdo estar en Hawaii e ir conduciendo al trabajo una mañana y darme cuenta de que tenía todas esas increíbles aspiraciones sobre el medio ambiente pero estaba conduciendo un deportivo que consume muchísimo. Llamé a mi mánager y le dije: “¿Sabes qué? Tengo que deshacerme de esto.” Y lo hice, cuando volví a L.A.

Me di cuenta de que son todas esas pequeñas cosas. Cerrar el grifo cuando nos lavamos los dientes ahorra 602 millones de galones de agua al día. Todas esas cosas son una locura. Como apagar las luces. Todo eso. Después de la mancha de petróleo de BP me di cuenta de que era algo que tenía que pasar. Era el momento.

Tienes más de un millón de seguidores en twitter y eres muy activo. En tu opinión, ¿qué papel juegan las redes sociales en la conservación?
Mi opinión de las redes sociales es que han cambiado el mundo. Es la razón de que esta fundación exista y que tenga cada día más éxito. Quienquiera que inventó twitter, quiero besarle. Es increíble la cantidad de información que viaja en un nanosegundo. Resumiendo, le debo esta fundación a sus seguidores y las redes sociales. Facebook y twitter han salvado el mundo.

¿Por qué tienes tanto empeño en que los jóvenes se involucren en el activismo?
Porque son el futuro.

¿Cómo llegas a ellos y haces que les importe?¿Sabes cómo creo que se hace? Tienes que hacerles entender que es su mundo. Es muy interesante, si lo piensas. ¿Cómo haces que alguien de 10 años piense de alguna forma sobre la conservación? Hace un año, una chica de seis años, llamada Devon Haas, contactó con ISF porque quería mandarnos el dinero que le dejó el ratoncito Pérez porque quería cambiar el mundo. Nos dejó sin palabras. Dijo que quería cambiar el mundo, pero sabía que no tenía voz. Y el director ejecutivo de ISF me llamó y me dijo “tenemos que darle una voz.” A mí literalmente se me llenaban los ojos de lágrimas sólo de pensarlo. Esa niña ahora tiene siete años y 5000 o 6000 seguidores en twitter y sale en el documental “Niños del Golfo”, sobre los niños que se han visto afectados en el Golfo, y de qué manera y, que por el hecho de no tener una voz, nunca se les ha escuchado. Tener una voz es inútil si no es escuchada.

Los niños son el futuro. La juventud es la parte más infravalorada y subestimada del mundo. Es su mundo, y si empiezas a contarles que todas esas cosas van a desaparecer, ellos se 
involucran. Se enfadan. Y lo genial es que ellos no están condicionados por filtros sociológicos. Simplemente, están abiertos. Así que sus ideas son increíbles. Y lo profundo de sus ideas es que tienen mucho sentido.
Leo siempre el Huffington Post. Leo siempre The Nation. The Economist. Foreign Affairs. Harper’s. Cosas que lees y tu cabeza quiere explotar por toda esa información. Es todo tan impactante, y la mayoría muy negativo, y tú y yo vemos el mundo a través de esos filtros. Pero estos pequeñajos… ellos están abiertos, y eso es lo mejor del mundo.

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Ahí está. ISF crece y nosotros deseando saber más sobre los esfuerzos de conservación. Para saber más sobre Ian y las iniciativas de su Fundación, síguelo entwitter y pásate por la web de ISF.

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